Incendio en El Bolsón: el dramático relato del jefe de los brigadistas frente al voraz fuego

Incendio en El Bolsón: el dramático relato del jefe de los brigadistas frente al voraz fuego

En El Bolsón, el inclemente incendio que arde desde finales de enero ya ha devastado unas 3400 hectáreas de la región de Confluencia y Mallín Ahogado. La llegada de la lluvia parecía aliviar la situación, pero los fuertes vientos complicaron las labores de los brigadistas. El fuego, cada vez más incontrolable, llegó a devorar tres casas cerca de la base del Splif y amenaza con expandirse aún más, según indicó Orlando Báez, el jefe de bomberos encargado de coordinar las operaciones en la zona.

A pesar del intento por controlar las llamas, la situación se agrava por las difícil condiciones geográficas de El Bolsón y sus alrededores, lo que obliga a los equipos a usar medios aéreos para acceder a las áreas más complicadas. El escaso humo visible en estos momentos contrasta con la fuerte presencia de olor a quemado, recordando lo crítico de la situación donde el fuego puede estallar nuevamente en cualquier frente.

El desgastante trabajo de los brigadistas es una prueba constante de resistencia física y mental, ya que se ven obligados a combatir día y noche por turnos en condiciones extremas. Las esperanzas están ahora puestas en una mejora del clima que permita reforzar las líneas de protección y evitar que las llamas avancen hacia la localidad o sus alrededores. Báez destacó la urgencia de contar con más recursos, sobre todo equipamiento pesado como helicópteros aptos para grandes descargas de agua, una necesidad cada vez más evidente con la creciente ocurrencia de estos desastres en toda la Patagonia.

La comunidad permanece en alerta, con la vista puesta en el cielo, esperando las lluvias fuertes prometidas para finales de febrero. Sin embargo, con el cambio climático provocando incendios cada vez más destructivos y rápidos, el desafío sigue en pie: estar listos para actuar cuando el fuego se desate en cualquier rincón de este paisaje vulnerable.