Travis Scott: un regreso impresionante que hizo delirar al público

Travis Scott: un regreso impresionante que hizo delirar al público

El show de Travis Scott arrancó con una voz en off que anunciaba el comienzo de algo especial. De repente, Travis apareció desde el subsuelo y empezó un recital lleno de dinamismo y efectos especiales. El setlist incluyó unos 30 temas, pero más que canciones completas, parecían fragmentos sonoros, cada uno terminado con un efecto de explosión que mantenía al público constantemente en alerta.

Travis Scott, acompañado por su DJ, Chase B, llevó al escenario una estética de videojuego, con un atuendo futurista que parecía sacado directamente de Fortnite. Su música, con graves que se sentían en todo el cuerpo, dejó claro que su espectáculo no es solo para oír, sino para experimentar físicamente. Con un estilo que mezcla dubstep y nü metal más que el hip hop tradicional, la actuación de Travis fue una montaña rusa de sonidos y sensaciones.

El escenario también era todo menos convencional; una pasarela con estructuras complejas que obligaban a Travis a moverse constantemente, creando una atmósfera cargada de energía. En un momento del show, seleccionó a cinco personas para que lo acompañaran en el escenario, creando un momento de conexión única con los fanáticos. La energía en la arena era palpable, con los seguidores más intensos mostrando su devoción con pasamontañas verdes flúo.

Los momentos emotivos también estuvieron presentes. En medio de "BUTTERFLY EFFECT", Travis detuvo el show para reconocer a un fan en silla de ruedas que estaba siendo sostenido por sus amigos para disfrutar el concierto. Gestos como estos mostraron una cara más humana en medio del espectáculo high-tech. Las canciones "GOD'S COUNTRY" y "MY EYES" destacaron por su introspección y el uso intensivo de autotune, ofreciendo una balada moderna sobre la lucha interna y las contradicciones de la vida.

Para el cierre, Travis Scott no decepcionó y dejó el escenario en alto con éxitos como "SICKO MODE" y "goosebumps". El show fue una mezcla de emociones y vibraciones físicas que no dejó a nadie indiferente. Travis Scott supo llevar al público al límite, dejando en claro por qué es uno de los nombres más importantes del hip hop actual.