Murió Sergio Mendes, el ícono brasileño de la bossa nova y el samba
La muerte del pianista, arreglador y compositor Sergio Mendes, ocurrida el jueves en Los Ángeles, inevitablemente nos hace pensar en su impacto global. Si la música brasileña logró salir de sus fronteras y superar las barreras idiomáticas, se lo debemos en gran parte a este embajador del samba y la bossa nova. Mendes, quien falleció a los 83 años, es una figura icónica de Brasil en el extranjero y seguirá siendo recordado por su talento y popularidad, forjada al piano y no tanto por su imagen o voz. Aunque se mudó a Estados Unidos a principios de los sesenta, siempre mantuvo su esencia brasileña.
Mendes transformó en éxitos varios temas brasileños, como “Mas que nada” de Jorge Ben, que con su versión en 1966 se convirtió en un éxito tanto en Estados Unidos como en Brasil. Su grupo, Brasil 66, tuvo un papel crucial en este impacto, presentando su música en programas de televisión y alcanzando un gran éxito. Al frente del sexteto, donde Lani Hall y Gracinha Leporace -su esposa hasta el final- completaban las voces, Mendes logró darle visibilidad internacional a la música brasileña. Desafortunadamente, desde que contrajo Covid-19, su salud se deterioró hasta fallecer este año.
Abandonado por su familia desde temprana edad, Mendes forjó su destino y se convirtió en un pianista reconocido, colaborando con íconos como Tom Jobim, Vinicius de Moraes y Baden Powell. Desde su juventud, participó en eventos importantes como el famoso concierto de 1961 en el Carnegie Hall de Nueva York. Fue en Estados Unidos donde encontró el escenario perfecto para expandir sus ideas y consolidar su carrera. Con el tiempo, se asentó en la Costa Oeste y grabó con músicos célebres como Cannonball Adderley y Herbie Mann, mientras forjaba relaciones artísticas con figuras como Herb Alpert y ganaba admiradores como Frank Sinatra.
Mendes dejó una marca imborrable al reinventar temas de los Beatles y Burt Bacharach en estilos brasileños mucho antes de que se hicieran populares proyectos como Bossa & Beatles. Paul McCartney, por ejemplo, elogió la versión de “Fool On The Hill” que Mendes realizó con Brasil 66. Esta capacidad de mezclar lo rítmico del Brasil con influencias del jazz y del rock será siempre uno de sus legados más apreciados.
Incluso en sus últimos años, Mendes siguió innovando. En 2006, lanzó una nueva versión de “Mas que nada” con Black Eyed Peas, atrayendo a nuevas generaciones hacia la música brasileña. Siempre formal y elegante en su vestimenta, Mendes combinó lo mejor de varias tradiciones musicales, y por eso será recordado como un visionario que supo expandir los horizontes de la música de su país.