No reconocer a tu esposo: una historia con prosopagnosia

No reconocer a tu esposo: una historia con prosopagnosia

La periodista y escritora Sadie Dingfelder revela que una vez, en un supermercado, confundió a un desconocido con su propio esposo. En esa ocasión, Sadie apenas pudo notar la diferencia, a pesar de que su verdadero marido estaba observando la escena desde lejos. Así fue como a sus 39 años se enteró de que padecía prosopagnosia, una condición que impide reconocer rostros.

Intrigada, Sadie decidió investigar más sobre su trastorno, lo que la llevó a escribir su libro “Do I Know You?: A Faceblind Reporter’s Journey into the Science of Sight, Memory, and Imagination”. En este libro, comparte sus vivencias, incluyendo cómo su ceguera facial afectó sus relaciones y su día a día.

Desde niña, Sadie tuvo dificultades para mantener amistades. Casos como ignorar a una amiga que se había cortado el pelo y confundirse con fotos de desconocidos enmarcadas como si fueran sus primos muestran cómo la prosopagnosia influenció su vida. Al descubrir esta condición, Sadie entendió muchos momentos de su vida que antes le parecían extraños.

Profundizando en la neurociencia, Sadie también descubrió padecer ceguera estéreo y memoria autobiográfica severamente deficiente (SDAM). Estos hallazgos cambiaron su percepción de sí misma y la ayudaron a entender por qué su cerebro funcionaba de una manera tan particular.

Dingfelder comparte que, a pesar de los desafíos, su condición le ha otorgado habilidades únicas como periodista. En su libro, aconseja a otros con prosopagnosia y condiciones similares sobre cómo manejar sus características únicas, sin necesidad de un diagnóstico formal, ya que no existe un tratamiento específico. Para ella, el autoconocimiento y la adaptación son claves para manejar su vida neurodivergente.

Aunque nos parezca muy sencillo atrapar una pelota en el aire, detrás de ello hay una serie de procesos muy complejos