Casos de viruela del mono en Argentina: situación actual y síntomas más frecuentes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia sanitaria global por los brotes de viruela símica en la República Democrática del Congo y otras regiones de África. Se reportaron casos en varios países y hay una nueva variante del virus en expansión. En Argentina, según el Boletín Epidemiológico Nacional, hasta el 4 de agosto se confirmaron cinco casos, ninguno mortal. Tres casos fueron importados y dos están en estudio.
Esta enfermedad, endémica en muchas zonas de África, preocupa por la aparición de casos en países como Portugal, Reino Unido y Estados Unidos, sin conexión directa entre los afectados. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, los brotes representan una emergencia de salud pública con más de 500 muertes. “Esto debería alarmarnos a todos... La posibilidad de una mayor propagación es preocupante”, alertó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
En Argentina, los casos se distribuyen en Buenos Aires, Capital, Santa Fe y Río Negro, siendo cuatro de los cinco pacientes hombres. Los expertos explican que la viruela símica se transmite entre humanos o de animales a humanos, con una letalidad que varía según la variante. La más virulenta tiene una mortalidad del 10%. No hay tratamiento específico para esta enfermedad.
Las formas de contagio incluyen contacto directo con lesiones, elementos contaminados como ropa y gotas al hablar. También se puede transmitir por vía sexual, aunque hay controversia al respecto. Los síntomas comunes son fiebre, malestar general y lesiones en la piel que aparecen unas dos semanas después del primer contacto. Estas lesiones pueden salir en la boca, genitales, ano y manos, y están acompañadas por la inflamación de ganglios. En general, la enfermedad dura de dos a cuatro semanas y se resuelve por sí sola.
Pero ojo, en personas con inmunosupresión severa, niños pequeños y casos graves, la infección puede ser más peligrosa. Se calcula una mortalidad del 10% en niños y del 5% en adultos con la última variante reportada en África. Todavía no hay vacunas específicas en Argentina y los tratamientos son de sostén. Un antiviral aprobado en 2022, el tecovirimat, se recomienda solo para pacientes muy frágiles.