El Primer Ministro de Japón renuncia por escándalos y baja popularidad

El Primer Ministro de Japón renuncia por escándalos y baja popularidad

Fumio Kishida, primer ministro de Japón, anunció que dará un paso al costado y no buscará la reelección como líder de su partido, el Partido Liberal Democrático (PLD), lo que también significa dejar el cargo de primer ministro. Esta decisión llega tras años marcados por escándalos políticos y la inflación, lo que llevó su popularidad en picada.

El PLD elegirá un nuevo líder en septiembre, quien tomará las riendas del gobierno japonés. Kishida, que asumió en octubre de 2021, explicó en una conferencia de prensa que es necesario que "el PLD demuestre que está cambiando", justificando así su renuncia como un paso importante para ese cambio.

El mandato de Kishida estuvo plagado de problemas: vínculos del PLD con la controvertida Iglesia de la Unificación, un fondo ilícito de donaciones políticas y la incapacidad de los salarios para seguir el ritmo del aumento del costo de vida. En noviembre intentó aliviar la situación económica con un paquete de estímulo de más de 100.000 millones de dólares, pero no fue suficiente para calmar el descontento.

Kishida también se destacó por su firme apoyo a Ucrania durante la invasión rusa y por impulsar un mayor gasto en defensa, rompiendo con décadas de pacifismo en Japón. En un entorno de crecientes tensiones geopolíticas, incrementó las alianzas de seguridad en la región del Indo-Pacífico, lo cual fue aplaudido por el embajador estadounidense Rahm Emanuel.

El sucesor de Kishida tendrá que enfrentarse a varios desafíos, como restaurar la confianza en el PLD, lidiar con la inflación y las tensiones con China, y estar preparado para posibles cambios en la política estadounidense. Entre los posibles sustitutos se encuentran figuras como el exministro de Defensa Shigeru Ishiba, la ministra de Asuntos Exteriores Yoko Kamikawa, y el ministro de Asuntos Digitales Taro Kono.