Viaje fatal al Titanic: La tripulación del sumergible sabía que no había escapatoria

Viaje fatal al Titanic: La tripulación del sumergible sabía que no había escapatoria

Paul-Henri Nargeolet, conocido como “Mr. Titanic” por sus 37 inmersiones al famoso naufragio, fue una de las cinco víctimas fatales cuando el sumergible Titan implosionó en su viaje al Titanic en junio de 2023. La familia de Nargeolet presentó una demanda de más de 50 millones de dólares contra OceanGate, alegando que la tripulación sufrió “terror y angustia mental” antes del desastre, y acusando a la empresa de negligencia grave.

La demanda alega que el Titan tenía un historial problemático y que OceanGate no había divulgado información clave sobre su estado y durabilidad. Según los documentos, el equipo intentó abortar la inmersión, soltando pesos alrededor de 90 minutos después de iniciar el descenso. Los expertos coinciden en que la tripulación era consciente de las fallas irreversibles y de su inminente muerte antes de que el sumergible finalmente implosionara.

Además de Nargeolet, la implosión mató al aventurero británico Hamish Harding, al CEO de la empresa Stockton Rush y a dos miembros de una prominente familia paquistaní, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood

La familia de Nargeolet acusa a OceanGate y a su CEO fallecido, Stockton Rush, de “persistente imprudencia, negligencia y descuido”. Aseguran que Rush, operando el Titan cuando sucedió la tragedia, era un “excéntrico autoproclamado innovador” y que muchos defectos y deficiencias del sumergible fueron ocultados deliberadamente.

Esta tragedia ha suscitado preocupaciones sobre el diseño del Titan y la negativa de su creador a someterse a las verificaciones de seguridad estándar en la industria. La Guardia Costera de EE. UU. convocó una investigación de alto nivel, la cual sigue en curso, y se espera una audiencia pública clave en septiembre.

Además de Nargeolet y Rush, la implosión también cobró la vida del aventurero británico Hamish Harding y dos miembros de una prominente familia paquistaní, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood. La tragedia no solo generó preguntas sobre el futuro de la exploración privada en aguas profundas, sino que también destacó la necesidad de mayores controles de seguridad.