Entrevista a Floxie: de trabajar 20 años en aviación a romperla recomendando viajes en las redes
De trabajar durante 20 años para varias líneas aéreas a renunciar para convertirse en creadora de contenido. De arrancar con un blogcito, a tener 188.000 seguidores en Instagram. De Adrogué para el mundo, hablamos con María Florencia Jiménez, más conocida como @Floxie, sobre viajes y redes.
¿Cómo fueron tus comienzos? ¿Cómo fue tener un trabajo a tiempo completo en un aeropuerto y ser creadora de contenido a la vez?
"Empecé en el 2014 mientras yo trabajaba en distintas líneas aéreas en el aeropuerto de Ezeiza. Arrancó como un mix de hobby con necesidad. Porque veía un montón de situaciones en el aeropuerto de gente que no sabía cosas que para mí eran muy básicas. Me daba cuenta que había mucha información en la web de lo que es destinos, pero no de lo que era requisitos de viaje, documentación, cómo se manejaban las líneas aéreas. En paralelo había estudiado comunicación social, turismo, diseño audiovisual, fotografía, hasta los 32 seguí estudiando mientras laburaba en el aeropuerto. Y bueno, un poco dije, voy a hacer un blog y voy a escribir sobre todas estas cosas que les pueden ser útiles a los viajeros y, si uno lo lee y le sirve, yo ya estoy satisfecha. Porque veía situaciones que realmente eran evitables, gente que se quedaba sin viajar, familias enteras, llantos, etc".
Claro, porque perder un vuelo es un poco como una tragedia… ¿no?
"Es tremendo. Aparte, vos sabés que viajar, por más que es algo lindo, es una de las cosas más estresantes. A pesar de que la tengas muy clara y a pesar de que viajes todo el tiempo, siempre hay un estrés, un estado de alerta que uno tiene hasta que uno llega a destino. Entonces, la gente está muy sensible en el aeropuerto y cuando tiene un problema, puede sacar lo peor de ella. Mi idea es ayudar a la gente a que el viaje sea como más tranqui. Y bueno, un poco el blog empezó como un hobby y empezó a crecer un montón porque se sumó mucha gente, se creó una comunidad muy grande. En los posteos había como mucha interacción, o sea yo respondía todo y a la vez la gente se respondía entre ellos, entonces se armó como de a poco, una comunidad viajera muy grande. Todo empezó más que nada en Twitter, yo tuiteaba desde el aeropuerto, pasaba algo, había un paro o no sé lo que sea, y yo lo ponía ahí. Entonces, me convertí, sin quererlo, como en un call center del aeropuerto en Twitter, pero sin tener nada que ver. La gente tenía alguna duda, me preguntaba, y yo por ahí justo tenía que ir del embarque a bajar al Check-In y pasaba por Migraciones y averiguaba y le contestaba en el momento".
Ah, ¡un servicio bárbaro!
"Sí, me fui un poco de rosca, pero estuvo bueno porque servía y había un ida y vuelta muy lindo. Como yo trabajaba en una línea aérea no me podía mostrar, quería cuidar mi trabajo y entonces no ponía ni mi nombre real, ni mi foto, ni nada, elegí un avatar de una azafata de Panam de antes. Y, a lo largo del tiempo, esto no fue de un día para otro, me fue muy bien y me empezaron a invitar de destinos, de hoteles, de aerolíneas, a viajar y yo dije bueno, para, ¿qué está pasando acá? Yo trabajaba full time en el aeropuerto, trabajaba ocho horas, venía de acá para allá, estaba diez horas fuera de mi casa, llegaba, me sentaba a escribir, a responder, y por ahí me acostaba a las cuatro de la mañana y me despertaba a las seis. Era una locura, o sea, lo hacía con mucho gusto, pero llegó un momento que era mucho... O sea, fue todo como un tetris para poder congeniar las dos cosas. Lo hacía con mucho placer y cada nuevo viaje que llegaba me sorprendía más, porque yo empecé esto con el blog como un cable a tierra, no pensé nunca que podía ser un medio de vida. Imagínate en 2014, cuando yo digo bueno, esto me hace bien, está bueno, me divierte, a la gente le gusta, punto. Y creció tanto que llegó un punto que dije, o sigo mi carrera en aviación o me dedico a full a esto. Y, bueno, es una apuesta fuerte, arriesgada".
Porque en el trabajo de full time, ¿estabas en el área de Check-In o estabas arriba del avión?
"No. Siempre en tierra, en distintas áreas. Yo soy despachante de aeronaves también, estuve en Check-In, en reclamo de equipaje, venta de pasajes, arribos, o sea, estuve en todas las áreas de lo que es el aeropuerto".
Por eso también podías brindar buena información cuando te preguntaban y no hacías agua con “x” área.
"Exacto, porque roté, digamos, por todas las áreas. Estuve siete años en reclamo de equipaje, sé perfectamente qué valijas tienden a romperse más, cómo funciona el circuito de las valijas, por qué se pierden las valijas, cómo podés hacer para que las valijas aparezcan más rápido… Porque la realidad es que el 98% aparece. Es difícil que una valija no aparezca nunca más, pero para eso tenés que vos tener la información bien, o sea, a veces uno se compra una valija nueva, ni mira la marca, ni el color, ni nada, y la manda y se olvida. Después cuando te piden los datos para poder recuperarla, no te acordás nada y eso hace que tarde más en aparecer, por darte un ejemplo. Pero esas son todas cosas que aprendí por estar ahí haciendo el reclamo. Por eso ese fue el diferencial de mi blog frente a otros blogs de viajes, podía dar una información que era útil desde adentro de una línea aérea".
¿Y cuál fue el punto de inflexión en el que tuviste que tomar la decisión de elegir entre el trabajo a tiempo completo y el de creadora de contenido?
"Ya me llegaban como muchos viajes, ya era imposible, tenía que decir que no a unos cuantos, lo cual me dolía en el alma… Yo trabajé 20 años en aviación y viajé un montón en esos años porque, bueno, tenía pasajes con descuento como tienen los empleados de líneas aéreas, entonces aproveché a recorrer el mundo lo más que pude. Pero esto era desde otro lugar, compartiendo la experiencia que es del lado de adentro y era más atractivo. Así que llegó un momento que dije, pará, puedo vivir de esto, o sea, es muy loco pero puedo. Y en un viaje a Islandia que hice fue donde como compartí la experiencia y la gente estaba como muy entusiasmada porque yo estaba fascinada con ese viaje. Ahí me cayó la ficha que quería dedicarme a esto. Cuando volví dije, bueno, de acá a un año voy a estar viviendo de esto un 100%, así que medio como que me armé un plan con objetivos como para llegar a un mínimo de ganancias para poder bancarme. Porque la realidad es que, en ese momento, yo era duty manager, supervisora, tenía un buen puesto, un buen sueldo, tenía buenas vacaciones, tenía obra social, antigüedad... Fue una decisión que prácticamente me banqué sola, porque todos a mi alrededor me decían “estás re loca, tenés todo, te vas a tirar la pileta y no sabés si hay agua o no”. Yo en el fondo sabía que había agua, porque la que iba a llenar la pileta era yo. Yo sabía que, si salía mal, al menos lo había intentado y de última tenía las herramientas y toda la experiencia y todo lo que había estudiado como para hacer otra cosa. Creo que, en estos casos, cuando uno toma una decisión así, lo importante es confiar en uno mismo, porque es como que sos tu propia porrista, porque la gente alrededor tuyo te va a llenar de inseguridades todo el tiempo. Vos los tenés que poner en mudo y darle para adelante con lo que vos sentís. Sentí que no me podía hacer más la boluda, tenía un llamado de adentro: 'bueno, es ahora, es el momento'. Además, no tengo hijos y en ese momento me había separado de mi pareja de muchos años".
No tenías nada que te ate.
"Exacto. La decisión la tomé, ponele, en noviembre, en diciembre me saqué la máscara e hice un posteo el 31, porque no quería empezar el año así. Dije, si voy a vivir de esto tengo que desenmascararme, porque era muy difícil hacer vídeos y un montón de cosas, mismo las reuniones con otros creadores de contenido. Así que, nada, sentí un dolor de panza terrible pero el 31 a la tarde, dije `bueno, tengo que salir al mundo`, y a la medianoche tiré el post con la foto mía en Islandia y explotó todo ahí. La gente me re bancó".
¿Y por qué plataformas fuiste pasando en este trayecto de creadora de contenido? Porque ahora se usa el concepto, pero antes no era así, era más como “bloguera”.
"Claro, o sea, principalmente fue el blog, pero muy apoyado por Twitter. Después, más o menos, vino Instagram. Yo tenía, pero no le daba tanta bola, y después fue cambiando su lenguaje a lo largo del tiempo. Cuando yo arranqué en Instagram era como, bueno, más las fotos lindas…Y ahora es más onda Tik Tok. Con TikTok todavía no le agarré la mano, pero bueno, estoy en eso. Yo creo que es importante como creador de contenidos tener presencia en la mayor cantidad posible. Seguramente una será más fuerte que otra, pero está bueno que de tu Instagram puedas ir con un link a tu página web, sobre todo, para lo que es viajes. Por ejemplo, en Europa y en Estados Unidos le dan mucho más bola al blog que a tu cuenta de Instagram. Cosa que acá quizás no, porque el blog como que está pasado de moda. Porque la realidad es que cuando vos contactás a agencias de turismo o lo que sea de Europa, sobre todo, te piden una nota de blog porque saben que la van a encontrar en Google, que va a quedar en el tiempo, en cambio la cuenta de Instagram, si bien te queda el feed, es como más efímero, como bueno, la historia y ya..."
Sí, aparte en Instagram cualquiera puede tener una cuenta y comprar seguidores también… ¿Perdió un poco de legitimidad?
"Sí, eso es un tema porque a veces hay marcas que contratan a, no sé, famosos con 2 millones de seguidores y por ahí quieren vender algo muy específico, por ejemplo viajes. Y, por ahí, la gente sigue a ese famoso porque es cholula de la tele, no tiene perfil viajero. Entonces, de esos 2 millones, por ahí solamente 50.000 son viajeros. En cambio, en el caso de los que hacemos viajes, generalmente el 100% es un nicho viajero y ahí son 200 mil seguidores pero son 200 mil viajeros, te aseguras eso. Y yo creo que hoy en día, como cambió tanto el lenguaje y el algoritmo de Instagram, es como que mucha gente se hizo de muchos seguidores en poco tiempo con estos reels. Yo hice mi paso lento y firme. Yo prefiero eso a que sea algo efímiro, que la gente te sigue por seguirte y ni sabe quién sos, de dónde venís. Yo tengo gente que me sigue desde que tenía la máscara... Para mí, mi credibilidad es mi mayor capital y por eso me siguen buscando las empresas o las marcas, porque saben que yo me tomo muy en serio mi laburo".
Y además te debe interesar que se contacten marcas que sí se relacionan con lo que vos hacés también.
"Sí, totalmente, o sea, me han contactado de marcas que no tienen nada que ver conmigo, con mis valores. Y yo, por más que es mucha plata, te digo que no, porque si no creo en eso, no voy a promocionarlo, si sé que es una porquería tampoco, porque la gente confía en mí y eso, como te digo, es lo más valioso que tengo. Yo no voy a arriesgar toda mi credibilidad por plata. Ahora, por ejemplo, me han ofrecido poner en el blog links de apuestas. Yo no pondría jamás mi cara en un sitio de apuestas cuando sé que genera un montón de adicciones en los pibes adolescentes ahora. Eso va en contra de mis principios, pero bueno, hay de todo. Todo el mundo sabe lo que hace, es grande y hay gente que por ahí acepta y está bien, pero bueno, yo no comparto eso. Prefiero perder plata pero gano con quien soy y con que las marcas sigan confiando en mí".
Y respecto a todo lo que es viajes ¿llevás un punteo de cuántos países visitaste o perdiste la cuenta ya?
"Mira, más o menos creo que 50, no son tantos, o sea, podrían ser más, pero bueno, nada, repito muchos destinos. No soy de obsesionarme, no estoy coleccionando lugares. Prefiero llevarme una experiencia real del lugar, conectando con el lugar, con la gente, no es que voy tachando lugares. Prefiero hacer viajes no tan efímeros, eso de decir, hago 20 ciudades en 10 días, no. Prefiero ir como más lento y decir disfruté de un cafecito, como a otro ritmo. Esto de decir bueno, paso una tarde comiendo en un campo, con alguien que te hizo la comida con sus propias manos, antes que hacer mil cosas en una ciudad en un día. Creo que también la pandemia nos predispuso un poco a eso, conectar con eso, con lo más simple, que es lo que en definitiva extrañamos cuando estuvimos en pandemia. Creo que la gente no tiene ganas de estar en lugares abarrotados, sino hacer algo como más especial: 'si, estoy invirtiendo en viajes pero quiero que sea un viaje especial mi recuerdo'".
No sé si te va a ser fácil elegir, porque seguro hiciste muchas, pero ¿cuál es tu top tres de mejores excursiones y dónde las hiciste?
"Mirá, la mejor experiencia fue en Osaka en Japón, que anduve en karting por la ciudad, o sea, con el tráfico normal, disfrazada de un personaje de Mario. Fue una experiencia que estuvo alucinante. Cuando era chiquita mi papá me llevaba a los kartings en San Bernardo. Y bueno, para esto averigüé con antelación y tuve que sacar la licencia internacional, porque para manejar allá en Japón, como no es el mismo alfabeto, tenés que sacarla. Así que fui, la saqué y estuvo alucinante. Los japoneses tienen toda la onda y vas con el tráfico, mezclada con el tráfico, todos disfrazados en grupo, esa experiencia fue una de las mejores que viví. Y después otra que está más trillada, pero bueno, me pareció alucinante, la experiencia de andar en globo en Capadocia, en Turquía. Vas tipo cuatro de la mañana, ves el amanecer y te elevas con todos los globos al mismo tiempo, en ese valle, como de hadas encantadas, es una locura. Pero la sensación de andar en globo, esta sensación tan sutil que uno está flotando, digamos, es algo que es muy difícil explicar, pero es hermoso. Y otra fue andar en moto de nieve arriba de un glaciar en Islandia que era una locura, era como estar en la Luna, pero todo nieve, como un desierto blanco. Fue alucinante también".
Por último, ¿qué hay atrás de una cuenta de Instagram en la que se ve a un influencer que viaja todo el tiempo?
"Hay mucho trabajo detrás que no se ve. En mi caso arranqué en el 2014, hay mucha inversión de tiempo y de dedicación. Obviamente a todos nos gusta viajar y está buenísimo, pero cada vez que alguien viaja conmigo y ve lo que hago, me dice “yo no podría”. Porque claro yo hago un viaje de 3 días saco 7000 fotos, 800 mil videos y es bastante cansador. Es un trabajo. La gente por ahí ve una historia de diez segundos y no sabe cuánto tiempo estuvo armándola. Si ves a alguien que le va bien, no es casualidad, o sea, es realmente que le puso mucho amor, pasión e invirtió su tiempo para hacerlo crecer. Creo que es clave, si quieren emprender este camino, ser uno mismo. Si uno empieza a copiar a los demás, no tiene sentido. Todos somos especiales, todos tenemos un valor único y la idea es que podamos ser nosotros mismos y no copiar a los demás. Por último, hay que ir por las oportunidades. Si pensás que estás sentado en tu casa y alguien te toca la puerta y te dice “venite a Aruba” no, no funciona así. Uno tiene que ir en busca de las oportunidades y tiene que estar atento a cuando uno tiene las oportunidades cerca. Hay gente que las deja pasar y hay gente que se da cuenta cuando están cerca. También es importante nunca subestimar a tu público, es tan importantes tu seguidor número uno como el diez, como el 10.000, como el 100.000".
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