Por la suba de un impuesto, podría aumentar otra vez la nafta
En medio de las negociaciones por la ley Ómnibus, en las próximas horas, el ministro de Economía, Luis Caputo deberá definir la actualización del impuesto a los combustibles, que el gobierno anterior prorrogó desde hace más de dos años hasta el 1° de febrero.
La última postergación fue en noviembre cuando, a través de una resolución de la AFIP, el Poder Ejecutivo pospuso hasta el 1° de febrero de 2024 “los efectos de los incrementos en los montos de impuestos establecidos en la Ley 23.966 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”.
Pasando en limpio, se trata en realidad de dos tributos de suma fija -el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono- que se ajustan trimestralmente desde 2018 de acuerdo a la evolución de la inflación. Lógicamente, este ajuste impacta en el precio final de la nafta.
En este momento, entre ambos impuestos, la suma fija asciende a unos $20 por litro, lo que representa menos del 3% del precio del combustible cuando históricamente implicó más de 10% del precio de surtidor.