Iba a ser papá en una semana y lo mataron para robarle la moto

Sebastián Ochoa fue interceptado por cuatro motochorros a quemarropa. 

El joven tenía 26 años, trabajaba en una estación de servicio de José C. Paz, y vivía a 20 minutos de su lugar de empleo. Cuando estaba a solo 10 cuadras de su casa, en la esquina de Luis María Drago y C. Brughetti, los chorros aparecieron, y si bien Sebastián no se resistió y les dio la moto, le dispararon mientras intentaba escapar: “Se bajó y cuando el segundo ladrón subió a la moto le tiró a quemarropa por la espalda. No fue un robo, fue una ejecución a sangre fría", dijo un amigo de la víctima. 

Él tenía la costumbre de escribirle a su novia cuando salía del trabajo, y ese mensaje nunca llegó, lo que provocó su desesperación, hasta que su cuñada le comunicó que finalmente había fallecido.

La causa quedó en manos del fiscal Mirna Sánchez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 19 descentralizada de Malvinas Argentinas, quien ordenó el traslado del cuerpo a la morgue para realizar la autopsia.