Juani Caruso, de 'La sociedad de la nieve': "Interpretar a Álvaro lo viví como un proceso muy difícil"
Juan Caruso tiene 22 años, es un actor argentino oriundo de la localidad bonaerense de Moreno y se puso en la piel de Álvaro Mangino en “La sociedad de la nieve”, película de la que habla el mundo entero. Bajo la dirección de Juan Antonio García Bayona, la tragedia de Los Andes volvió a ser motivo de reflexión. Resumido habló con Juan y nos contó cómo fue ponerse en la piel de uno de los sobrevivientes.
- ¿Pudieron conocer a las familias y a los sobrevivientes para la película?
-Todos los actores, al tiempo que quedamos en la película, la producción nos llevó a Montevideo a conocer cada uno a su respectivo sobreviviente y los chicos que interpretaban a los fallecidos, conocieron a todas las familias. Yo estuve en contacto con Álvaro durante el rodaje y es hasta el día de hoy que nos seguimos hablando, con él y con Margarita. Siempre estuvieron al tanto de todo y ayudándonos siempre a aportar más cosas a la historia.
- ¿Qué fue lo que más te shockeo de la historia de Álvaro?
-Lo que más me shockeo de la historia de Álvaro fueron sus minutos previos al vuelo con su novia Margarita: él antes de subirse intercambió con ella unas cadenitas y ella le dio su crucifijo. Él todas las noches hablaba con ella, le hablaba a la crucecita y le contaba como estaba, que la extrañaba y siempre le prometía que iba a volver por ella. Eso fue su único faro de fe para poder sobrevivir y para volver a Montevideo. Fue la luz que lo llevó, él no sabía si hubiera seguido, de no ser por la fuerza y la fe que le transmitía su novia a través de esa cruz. El amor que le tenía y que le tiene, porque siguen casados, es una historia de amor increíble.
- ¿Cómo fue interpretar a Álvaro y cómo viviste el proceso para componer el personaje?
-Interpretar a Álvaro lo viví como un proceso muy difícil. Para un actor interpretar a una persona real es un desafío. Hay que estar siempre atento a los detalles de cómo fueron los momentos que la persona vivió. Cuando yo tenía alguna duda con alguna escena, le hablaba a Álvaro y le decía “che en este momento qué paso qué hiciste”, y a su mujer Margarita, que también estuvo muy presente en el rodaje desde Montevideo. Uno tenía que meterse muy adentro e intentar sacar lo más humano, lo más Álvaro posible, yo muchas veces antes de alguna escena me preguntaba: "¿Qué haría Álvaro en este momento?"
- ¿Cómo viviste el momento de la audición?
- El casting fue muy difícil, yo mandé el mail y primero no me contestaron, después volví a mandar y ahí tuve respuesta. Fueron muchas etapas y el último casting fue con el director en Uruguay. Y los días previos a esperar que me llamen fueron los peores, porque yo hablaba con alguno de mis otros compañeros y me contaban que ya les habían contestado y a mí todavía nada. Estuve muchos días pasándola mal esperando hasta que un día llegó la llamada.
- ¿Cuál es tu escena favorita? ¿Y cuál fue la más difícil de grabar?
-Mi escena favorita es la del accidente, me divierte muchísimo verla y hacerla fue increíble, siempre hablando de la manera más respetuosa posible. Estábamos en Madrid con los chicos, fue la última escena que grabamos, y todo el contexto fue increíble, los estudios de Netflix, los efectos especiales. En una parte mi personaje se rompe una pierna y como actor fue un desafío vivir ese momento, uno va aprendiendo cosas de una manera divertida, actuando. Grabar el accidente fue una de las escenas más impactantes de películas de aviones que vi en mi vida. Y la escena más difícil de grabar fue la del rescate, estuvimos dos días seguidos subiendo y bajando de helicópteros dando vuelta la montaña. Había tres unidades de rodaje, entonces el director se subía a un helicóptero en una unidad con dobles, iba hasta la montaña y también iba otra unidad para ayudar a grabar la escena y volvía, era todo muy a full yendo y viniendo. Además, sabiendo lo fuerte que era la escena del rescate y lo mucho que ese momento significa para las familias y para los sobrevivientes.
- ¿Cuántos meses de grabación fueron y qué viviste durante el rodaje?
-Estuvimos ensayando dos meses en Barcelona, cada escena que sucedía, cada ensayo, nosotros nos sentábamos con el director y con los productores y opinábamos cada uno desde su punto de vista que pasaba con su personaje y que podía aportar a la escena. Nosotros para llegar al set teníamos que hacer una hora viajando en camiones gigantes que iban aplacando la nieve, cada vez que íbamos al set en la montaña en Sierra Nevada, que fue el lugar en el que con efectos especiales se pudo plasmar las imágenes de Los Andes, que fueron filmadas por otro equipo de producción. El rodaje empezó en enero y terminó en junio, fueron más de seis meses sin contar los meses de ensayos previos.
- ¿Cómo fue la experiencia como actor de enfrentar cambios tan significativos en tu peso para el papel?
-A nosotros en los ensayos, antes de tener que bajar de peso, nos hacían subir de peso. Yo subí 8 kilos. Básicamente comíamos de todo, tres platos por comida y postre para que cuando empiece el rodaje se note más la diferencia cuando empezábamos a bajar de peso. El primer día de rodaje mi almuerzo fue un huevo duro con tres bastoncitos de zanahoria y a medida que iba pasando el tiempo de filmación nosotros veíamos como nuestros cuerpos ya estaban cambiados. Yo baje 17 kilos para el final del rodaje. Estábamos muy cuidados y también comprometidos con todo el laburo, teníamos un equipo de nutricionistas y de psicólogos pendiente de nosotros todo el tiempo.
- ¿Qué destacás de la convivencia con tus compañeros durante el rodaje?
-La convivencia con mis compañeros fue maravillosa desde un principio conectamos un montón, yo soy muy tímido y al principio me costó un poco, pero después me abrí bastante y hoy en día somos una familia. Pasamos un montón de cosas, como que el rodaje nos llevó a lo más profundo de nuestro corazón, de nuestra cabeza, tocó lugares inhóspitos y a veces la pasábamos muy bien y a veces muy mal. Lo que más me llevo de la película es la unión que tenemos con los chicos y lo poderoso que es, una unión que no me paso en ningún otro trabajo.
-Además de actor también se vio que sos un fiel usuario de las redes (@Juanicar2), ¿cómo te llevas con los haters en Twitter?
-Yo con los haters de Twitter me muero de la risa, yo sé que le aparezco a todo el mundo en su inicio. Yo twitteo desde siempre, imagínate que tengo 63 mil tweets desde 2011, nunca deje de twittear, pero medio como que se generó una comunidad que están muy al tanto de lo que hago y la verdad que estoy muy agradecido por eso, me pone muy contento. Yo nunca pensé que iba a llegar a ser considerado como “twittero”, yo la verdad que me muero de risa con las cosas que suben y twitteo memes, cosas que veo en la tele y opino de todo, pero llegar al punto de tener gente que te sigue y comparte lo que vos decís, me parece muy loco.
-Después de esto ¿Qué pensas que sigue? ¿Tenes propuestas de otros proyectos?
-Yo después de este proyecto, espero que suceda lo que tenga que suceder. No quiero tener expectativas porque yo venía de proyectos que no funcionaban mucho así que también había bajado todas las expectativas con la peli. Que sea lo que dios quiera y la verdad que está saliendo bastante hermoso todo, estoy muy contento. Propuestas por el momento no tuve, pero lo que si estoy metiéndole a full es a la música. Yo antes de ser actor, soy cantante desde muy chiquito y vengo haciendo música hace años, yo estoy escribiendo, componiendo, voy al estudio, así que en unos meses probablemente saque música y espero que la gente la escuche.
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