Entrevista a Killa Orbe: La primera trabajadora travesti en el Poder Judicial

  • Entrevista a Killa Orbe: La primera trabajadora travesti en el Poder Judicial
  • Entrevista a Killa Orbe: La primera trabajadora travesti en el Poder Judicial

Hoy, en el día de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans te acercamos la entrevista que le hicimos a la licenciada Killa Orbe, quien fue nombrada como titular de la Dirección de Control y Asistencia de la Ejecución Penal (DCAEP), en donde nos cuenta acerca de su historia, pensamientos y pasiones: 

Contanos un poco acerca de vos: ¿Cómo fue la decisión de migración? ¿Por qué Argentina? ¿Cómo es tu experiencia como migrante trans en Buenos Aires?

KO: Decidí migrar porque quería salir de un entorno tan conservador como el de Quito y Buenos Aires tenía fama de ser una capital cultural latinoamericana, de tener garantizados muchos derechos humanos LGBTIQ+, Argentina es un país referente. Además, tenía un grupo de amigas que vino a estudiar en la universidad acá por medio de una beca que el gobierno daba. Yo había salido de mi primer clóset como gay y dije, esta es mi oportunidad de volar, no lo pensé mucho. 

Fue difícil dejar a mi familia porque nos amamos mucho pero en retrospectiva tomé la mejor decisión. Yo creo que no hubiera transicionado, al menos no en tan poco tiempo, de no haber migrado porque el hecho de tener tanta libertad mental y social me permitió ser sincera conmigo misma, de decir esta soy y lo encaro sin importar las consecuencias. No cambiaría el alivio de vivir como siento por nada en el mundo. 

Buenos Aires ha sido amable y cruel en este sentido. Tuve libertad pero mucha soledad, vivimos tiempos de mucha soledad programada en las capitales y las personas trans se nos ve como sospechosas, cargamos con un estigma, lo que complica armar vínculos. Tuve que ir creando una red de afectos progresiva, en general de gente migrante y lgbt. ser astuta y fuerte, ir conociendo mis derechos, educar a las personas y no bajar la cabeza.

¿Cómo fue tu trayectoria en la universidad? ¿Por qué UBA?

KO: Elegí estudiar psicología en la UBA porque es gratuita, tiene educación de calidad y nos abraza a las personas migrantes. No me alcanzaba para pagar una universidad privada y entré. Fueron años largos y de mucho aprendizaje, académico claro pero también político. Tuve mis primeras experiencias de militancia en el Hospital Borda y se me fue ampliando más la mirada sobre las injusticias sociales y sobre estrategias de acción. Transicioné los últimos años de mi cursada, primero a una persona no binaria y después a una travesti, que es el nombre que uso para mi identidad hoy. Lamentablemente circulan todavía en la psicología teorías que nos patologizan, que nos tratan de enfermxs y eso solo aumenta nuestra deshumanización. Me pelié mucho con docentes y compañerxs por este tema pero a pesar de eso le tengo mucha gratitud a la UBA, me dio la bienvenida y me enseñó a pensar críticamente, que no es poco.

Además de tu profesión, nos interesa tu lado artístico: Sos bailarina, performer ¿Quisieras contarnos un poco sobre ese lado tuyo? ¿Qué significa para vos ser parte de ese mundo?

KO: En el poco tiempo libre que tenía mientras estudiaba bailaba, en fiestas, en clases de expresión corporal, haciendo psicodrama. Bailar me salvó la vida, me refugió de las hostilidades del mundo en el placer de mi cuerpo. Después de la pandemia llegué a una clase de vogue femme, un tipo de danza, de Andy 007 y Laurent Tropikalia en la plaza y descubrí el ballroom. Acá se me abrió un mundo en el que podía tejer artisticamente mientras armaba comunidad con mi gente, migrante, marrona, trans. Ballroom es un evento de competencia creado por mujeres trans negras y maricas en situación de calle en Harlem -EEUU en los años 80 y acá tiene su versión local que responde a nuestras necesidades actuales.
Ser parte de este mundo me significa, por un lado, conectarme con un linaje de gestos que sobrevivieron a nuestro borramiento sistemático para contar nuestras historias y, por otro lado, me permite desfogar las violencias y los dolores del día. Furia y ternura.

¿Cómo fue el proceso de selección para ocupar tu actual trabajo? ¿En qué consiste tu puesto?

KO: Se aprobó la ley de cupo laboral travesti-trans, estaba terminando la carrera y una amiga que tenía en la UEJN me propuso solicitar mi ingreso al poder judicial. Y fue posible por una red de mujeres, sobre todo, pero tambien hombres que querían garantizar nuestro acceso al trabajo. Esto es un tema porque había mandado mil currículums antes para trabajar como psicóloga y no me llamaron de ningún lado, el peso del estigma haciéndonos la vida más difícil, de nuevo. 
Tuve entrevistas con mi jefa actual en la DCAEP (Dirección de Control y Asistencia de la Ejecución Penal), después con un juez y quedé. Pasó como un año en todo este proceso y fue y sigue siendo una alegría inmensa. 
Mi puesto consiste en asesorar, controlar y mantener entrevistas a personas que tienen una situación jurídica de Libertad Condicional, esto es que salieron antes de la unidad penitenciaria como beneficio pero tienen una condena todavía que cumplir. Tiene que ver con garantizar el art. 13 del Código Penal de la Nación. Hay una parte de asistencia donde uso herramientas de la psicología y otra parte de control que es puro cumplimiento de la ley.

Una vez asignado el cargo, más allá del ámbito profesional ¿cuál creés que es tu rol a nivel social? ¿Lo sentís como una responsabilidad para con tu comunidad?

¿Entiendes que somos la primera generación entrando a trabajar en el Estado? Y somos legales desde el 2012 con la ley de identidad de género. ¡Es todo muy nuevo en este sentido! Pensando desde acá, no creo que tenga un rol social pero sí tengo un compromiso de que otros, otras y otres accedan a vidas dignas. Lo que venimos pidiendo desde siempre aunque nuestra expectativa de vida sigue siendo la de 40 años. Como la ley de reparación que piden “Las Históricas”, travestis mayores de 35 años, sobrevivientes al genocidio cívico-estatal. Volviendo a tu pregunta, quien tiene una responsabilidad con mi comunidad es el Estado, no yo.


¿Qué pensás de Diana Sacayán y de Lohana Berkins? (Activistas por las que salió la Ley 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero)

Las admiro, les agradezco, les pido fuerza y sabiduría, las siento mientras bailo.

¡Gracias por pavimentar nuestro camino!

Por último, si pudieras darle un mensaje a quienes empiezan su proceso de transición y/o su comienzo de carrera siendo migrantes ¿Qué les dirías?

Que encuentren su voz, que sientan orgullo por su acento, por su color de piel, por su género. Que no lleven la carga de la represión y el miedo que las normas tienen con la diferencia. Que sean auténticxs, que confíen en su belleza, en su astucia, en su capacidad de transformar sus dolores en trampolines para sí y para otrxs. Que descansen. Que, aunque sea largo y difícil, crean y abracen a su comunidad.

Comentarios