Habló el baterista de Callejeros, a 18 años de Cromañón
Eduardo Vázquez, en prisión perpetua por el femicidio de su esposa, se refirió a la tragedia del 30 de diciembre de 2004.
“Aunque volvimos a tocar, nunca volvimos a ser los mismos” fue una de las frases que dejó el baterista de Callejeros, la banda que tocó aquel día en Cromañon, donde murieron 194 personas. El músico ya cumplió su pena de seis años de cárcel, por “estrago culposo seguido de muerte y cohecho activo”, pero sigue preso por matar a su mujer en 2010.
“Ni bien vi que apenas una llama chiquita se había prendido, automáticamente paré de tocar”, recordó Eduardo sobre los primeros momentos del incendio. Entre otras fuertes declaraciones, dice que “los gritos desgarradores quedaron en su cabeza muchos años” y que nunca pudo entender que hayan imputado a la banda. El relato del baterista:
“Tocamos una estrofa, y yo miraba fijamente a alguien arriba de los hombros de otro, con esa pirotecnia que definen como candela, que disparaba luces que impactaban contra el techo. Ni bien vi que apenas una llama chiquita se había prendido, automáticamente paré de tocar. Salté de la tarima y me fui hacia una playa de estacionamiento que estaba detrás. A los dos minutos escuché los gritos del terror, me asomé para adentro y vi que habían cortado la luz, que el techo estaba en llamas y que se desprendió un pedazo del tamaño de un colchón. Volví al estacionamiento por la misma puerta por la que ya salía un humo negro, espeso. La gente estaba desesperada, caían al piso o ya los sacaban desvanecidos. Por el shock dejé de escuchar, solo sentía un fuerte zumbido y no me pude mover más, me paralicé y perdí la noción del tiempo. Cuando reaccioné, el estacionamiento estaba repleto. Yo salí con dos palillos, uno en cada mano, a tocar música y alguien comenzó un incendio debajo del escenario (...) ¿Cómo iba enfrentar, imaginar o entender que nos imputen? Yo perdí a mi mamá, pero con mis compañeros perdimos a más de 40 personas entre familiares y amigos”