Terribles revelaciones de un actor de Friends sobre sus adicciones: “Nadie sobrevive a eso”

Matthew Perry contó que pasó semanas en coma, estuvo 15 veces en rehabilitación y le hicieron 14 cirugías de estómago.

Uno de los protagonistas de la histórica serie de comedia, amado por su papel de Chandler Bing, publicará en noviembre su libro “Friends, Lovers and the Big Terrible Thing”. Ahí cuenta de todo sobre su vida, desde momentos hermosos a terribles por culpa de sus adicciones a las drogas y el alcohol. Previo al lanzamiento, el actor confesó que “tuvo que esperar hasta estar bastante sobrio para escribirlo“, porque cuenta cosas realmente fuertes. En su momento, pasó cinco meses en el hospital y tuvo que usar una bolsa de colostomía durante nueve meses. ”Estoy bastante saludable ahora” declaró.

Cuando Perry estuvo por primera vez en “Friends”, a los 24 años, su adicción al alcohol apenas arrancaba. “Podía manejarlo, más o menos. Pero cuando tenía 34 años, estaba realmente metido en muchos problemas”, admitió. La temporada 9 fue en la que estuvo sobrio todo el tiempo y justamente recibió el premio a mejor actor. Pero en otros años, en la cima de su carrera, tomaba 55 pastillas Vicodin al día y pesaba 60 kilos. Después también hubieron meses en los que estuvo casi irreconocible por su sobrepeso. 

Resumimos algunas de sus declaraciones:

“Los médicos le dijeron a mi familia que tenía un dos por ciento de posibilidades de vivir. Me pusieron una cosa llamada máquina ECMO, que hace toda la respiración de tu corazón y tus pulmones. Lo llaman Ave María. Nadie sobrevive a eso. Había cinco personas conectadas a una máquina ECMO esa noche y las otras cuatro murieron y yo sobreviví”

“Creo que se sorprenderán de lo mal que se puso en ciertos momentos y lo cerca que estuve de morir. Digo en el libro que si muriera, impactaría a la gente, pero no sorprendería a nadie. Y vivir con eso da mucho miedo. Así que espero que la gente se identifique con eso y sepa que esta enfermedad ataca a todos. No importa si tienes éxito o no, a la enfermedad no le importa”

“No sabía cómo parar. Si la policía viniera a mi casa y me dijera: ‘Si bebes esta noche, te vamos a llevar a la cárcel’, comenzaría a empacar. Las adicciones son progresivas. Entonces se pone peor y peor a medida que envejeces”