Ni neumonia ni COVID
Joey Lykins, un muchacho de 35 años, cayó de urgencia en un hospital de Ohio, Estados Unidos, por lo que parecía ser un problema respiratorio.
Resulta que el nacido en Cincinnati es fanático de los piercings y hace 5 años había perdido mientras dormía el aro de la nariz. Si bien lo buscó, no lo encontró y se rindió.
Lo que no sabía es que cinco años después iba a encontrarlo, en el lóbulo superior de su pulmón izquierdo.
El aro habría viajado de la nariz a la tranquea y de ahí se quedó en el pulmón.
Por suerte todos estos años no tuvo ningún problema, sólo la tos repentina que hizo que vaya a ver a los médicos.
Le hicieron una broncoscopia en la que los médicos le pasaron un tubito por la garganta hasta los pulmones para poder recuperar el arito.
Se lo devolvieron y contó que lo dejará para el recuerdo.