Noruega sacrificó a una morsa
La morsa Freya se había convertido en una estrella de verano ya que atraía a muschos curiosos que se aceravan a verla.
Desde la aparición del animal en la costa de Oslo el 17 de julio, las autoridades habían pedido que nadie se acerque dado el riesgo que respresentaba.
A nadie le importó y no sólo le sacaban fotos sino que nadaron cerca de ella, alzaron a sus crías, entre otras conductas que podían terminar en tragedia.
"No sabemos si ha habido situaciones de riesgo de vida, pero a pesar de nuestras advertencias, el público no ha escuchado. La gente se ha acercado demasiado al animal, algunos han levantado a sus crías para tomarse 'selfies'. También hay casos en que los niños le han arrojado piedras y palos"
Después de analizar "todas las medidas posibles" para evitar la eutanasia, decidieron que por el peligro para los animales y las personas y la falta de recursos para trasladarla, debían sacrificarla.