Una familia de Bahia Blanca harta de apariciones paranormales decidieron dejar su casa. En el último tiempo dormían con Biblias apoyadas en el pecho y pidieron ayuda videntes o parapsicólogos.Mario contó como empezó todo: "Una noche escuchábamos ruidos, como si alguien corriese en el techo, y lógicamente pensamos que había algún ladrón. Prendí la luz del patio y salí, pero no había nadie".
Los pasos siguieron escuchándose todas las noches y Mario y Carina hablaban con los vecinos que aseguraban que no había nadie en los techos.El problema era a la noche: "Cuando se iba el sol empezaba el infierno y apenas podíamos dormir" contó Mario.Carina por su parte contó su versión:
"Cuando esta presencia se manifestaba, nos metíamos a la habitación los cuatros juntos y hasta el amanecer no dejábamos salir a los chicos ni para ir al baño. Teníamos terror".Parece que
el espíritu era pariente Usain Bolt,
no paraba de correr y saltar por los los pasillos, el comedor y las piezas de la casa.Melisa, amiga de la pareja, fue testigo de la presencia del amigo de la familia: "Una noche se escuchaban los ruidos de alguien saltando al lado de la cama y salimos corriendo de la habitación, aterradas".
A pesar de haberlo escuchado aseguran nunca haber visto nada.
Todo terminó cuando Mario subió al techo y aún sin ver nada se escuchaba como corrían sobre las chapas, se tiró del techo y a las 2 de la mañana abandonaron la casa para siempre.