El taxista denunciar pero al llegar, todos los patrulleros estaban dispuestos para custodias fijas, por lo que se ofreció a transportar en su auto a los agentes. Durante la insólita persecución, el conductor reconoció a los ladrones y los agentes lograron detenerlos a los pocos metros. Entre sus pertenencias recuperaron dos mil pesos y el teléfono celular.
Los otros dos mil, solo Dios sabe dónde quedaron.