Unidos por el autismo
A todos nos pasó algunas vez que no queríamos despegarnos de algún objeto preciado mientras dormíamos y este nene de 7 años no iba a ser la excepción. La madre contó en redes sociales que tenía que sacarle la remera mientras roncaba para poder lavarla y que esté lista al otro día.
Con el correr de los días la gente se copó y la ayudó a contactarse con la marca Big W, que lo viste al chico, y logró que le den 10 remeras idénticas, pero de diferentes talles para que puedan usarlas mientras crece.
A raíz de la repercusión, Stephanie armó un corazón en el pasto con todas las camisetas y agradeció el "abrumador apoyo" de las personas que se contactaron con ella. "Ver a todas esas otras madres con niños neurodiversos compartir sus historias fue conmovedor", dijo al respecto.
Como dicen por ahí, hoy por ti, mañana por mi...