Saliendo a la superficie: conociendo a "El pulpo" Díaz
Desde chico que es un rockero de ley. El espíritu revolucionario, típico del género, lo tiene en sus venas y lo demuestra día a día. Puede pasar de Led Zeppelin, Los redondos o Linkin Park al folklore y no tiene ningún problema.
Oportuno y con sello propio, El pulpo ya fue catalogado por Mariano Iudica como uno de los operadores estrella de los nuevos medios de comunicación. Pero para hablar de él mucho más en profundidad vamos a sumergirnos en este océano indescifrable que es Nadie dice nada.
Hoy tu nivel de exposición creció de forma abrupta, muy distinta a la que tenías cuando entraste al programa, y es lógico por lo hecho durante estos años, pero, ¿Cómo llegaste a NDN?
- A Nadie dice nada llegué por Delfi Souza, la que, en su momento, era la directora creativa de Fuega. Ella sabía que yo podía hacer ese trabajo y me conecté a un zoom que hicieron. Charlé con Nico y, todavía sin tener un monitor en casa, le dije qué sí. Al toque ya tenía la mitad de las cosas armadas para arrancar las pruebas lo más rápido posible. Una locura.
¿Qué te pasa cuando ves el momento que están teniendo con el programa?
- Es una locura ver el crecimiento porque arrancamos desde nuestras casas, por zoom, y siempre, todo el tiempo, fuimos sumando cosas. Un cable, una cámara, una consola…todo el tiempo pensando en cómo mejorar y cómo ir creciendo. No creíamos que íbamos a poder tener un estudio tan rápido. Lo armamos todo…cada cable, con Nico y Martín probando hasta que quedó bien.
La verdad es que es una locura que todo pase tan rápido. Ni hablar de haber armado el estudio en Pinamar. Ahora no paramos de pensar en armar un estudio móvil, de salir a distintos lugares y tener todas las opciones posibles.
Hoy tu apodo es furor en cada situación que pasa dentro de Nadie dice nada. Por la música, por los planos o, incluso, por alguna opinión. Que Pulpo esto, que Pulpo lo otro…¿Por qué te dicen así?, ¿Te gusta el apodo?
- Me dicen Pulpo porque hago varios roles juntos. El programa empezó en Pandemia y me armé el estudio en casa, queriendo abarcar todo lo que necesitásemos. No quería que fuera ni fácil ni simple. Quería que todo lo que se había craneado con Nico y todo el equipo de Fuega se pueda hacer. Entonces me fui poniendo computadoras y monitores por todos lados para que me ayuden a poder hacer lo que el programa requería.
Me lo empezó a decir Nico un día al aire y me encanta…me encanta, también, que haya surgido al aire. Refleja el cómo abrazamos el error. Si pasa algo que no funciona, u otra cosa, todo se blanquea en vivo y eso está buenísimo.
Siguiendo con el tema del vivo, ¿Qué sentís cuando salís al aire?, ¿Cómo se maneja esa energía previa?, ¿Cuánto ayudan la buena onda del grupo para que todo salga piola?
- Cuando arrancamos, en un cuartito 3x3, en casa, con Mechi, Nachito y Valen, yo tenía nervios y ansiedad porque todo podía fallar en cualquier momento. Ahí, literal, todo podía fallar y, a su vez, todo se podía solucionar. La clave es tener soluciones para los peores panoramas y es ahí en donde entra el equipo espectacular de Nadie dice nada y Fuega.
Acá nada es tan grave y todo tiene su solución.Todos nos ayudamos con todos. Cada uno, desde su rol, suma. Eso hace que la sinergia de laburo sea genial y uno se sienta muy cómodo. Después de tantos programas uno ya se siente como en su casa y sabe que si falla algo hay un plan c, un plan d y va a estar bárbaro.
Yendo a la parte de operación, fallas y virtudes. ¿Cómo es que empezaste en ese rol?, ¿Siempre quisiste serlo o llegaste por circunstancias de la vida?
- Yo, en realidad, no era operador. Siempre fui productor y realizador audiovisual. A cada show o evento que iba preguntaba cómo se hacía esto, cómo se hacía lo otro…Laburaba todo el tiempo a la par de los de técnica. Siendo productor tenes que entender un poco de todo. Audio, cámara, edición…Cuando era más chico trabajaba en productoras en las que tenía que hacer todo eso yo solo y eso es clave. Con la pandemia y el hecho de estar solo dije que tenía que hacerlo y bueno, empecé a stremear y surgió la reunión con Nico, Nacho y todo el equipo de Fuega, que ya dije antes.
Quiero hablar sobre el Pulpo percusionista, pero enfocado al programa. ¿En qué sentís que marcas el tempo, que decis “che, acá está mi impronta”?
- Siento que ya conozco la dinámica de los chicos y no todo el tiempo los enfoco. Quizás alguien está hablando y sé que otro está reaccionando con alguna cara o algún gesto y eso tiene gracia. Creo que pasa por ahí la cosa.
Y, ¿Cuál es tu próximo objetivo como operador?
- Tener un estudio móvil y hacer el programa donde queramos, cuando queramos y solamente necesitar de internet. Que podamos hacer el programa en todos lados. Sería espectacular.
Ya empezando a dar los últimos golpes sobre los timbales, me gustaría, ahora sí, quedarme en la parte artística. ¿Cómo y con qué instrumento te iniciaste en la música?
- Arranqué de chico, a los 10, con la batería. Mi viejo me explicó lo básico y yo empecé a poner temas y tocar arriba. Eso es lo mejor para aprender y seguir el ritmo a los temas que más te gustan. Mi viejo escuchaba a los Beatles, Zeppelin, Pink Floyd y yo tocaba encima de eso. Al principio no era bueno, pero después fui mejorando.
Además de las cosas con Luzu Tv y Nadie dice nada, te mostras bastante con Los tabaleros, banda de la que sos percusionista, ¿Cómo llegaste ahí?
- Yo tenía una banda de folk, y tocamos en un festival que ellos organizaron y que encima cerraron. Salimos antes de ellos y pegamos buena onda. Ahí, de manija que soy, les dije que si necesitaban a alguien que haga alguna cosita percusiva me avisen. Un día me llamaron y empecé a hacer cosas aparte con el percusionista principal, que después tuvo una oferta y se fue. Ahí lo reemplacé yo y me metí más en la percusión, a tratar de moverme en ese lado. Igual, la batería no deja de ser mi principal instrumento.
El director nos hizo seña de que la orquesta tiene que empezar a tocar las últimas notas así que vamos por lo que se viene este finde: el Cosquín Rock. ¿Qué significa para vos tocar ahí?
- Es un honor…ocho escenarios… Un festival icónico, muy grande, enorme. Un montón de bandas... Me da mucha alegría, quiero tocar ya, estar ahí y, también, quiero ver la mayor cantidad de bandas posibles. Va a ser una experiencia espectacular.
Con esas últimas declaraciones del Pulpo es que dimos la campanada final. No hay más por decir más que que esperamos que siga haciendo de las suyas en Nadie dice nada porque llegó para quedarse en los medios de comunicación. Aguante el Pulpo, aguante todo.